“La afición es soberana y tiene libertad para expresarse como quiera.”
¡El Sant Marçal acabó 7º en la liga! Al principio de la temporada y después de una primera vuelta surrealista, posiblemente fuera este su techo competencial. A una primera vuelta moderada le ha seguido una segunda espectacular, en la que el equipo ha crecido y a demostrado una madurez desmesurada acabando mostrando su mejor cara.
Me gustó Valeije y Jota (siempre lo consiguen), Baquero… que desparpajo, que manera de plantarle cara al rival.
¡Adri, otra vez! Está en una racha impresionante. Es un futbolista admirable que se ha empeñado en llevar al Sporting a la “Champions” a base de goles. (“Pichichi” de su equipo con 21)
Adrià, monopolizó las mejores ocasiones en ataque en el primer cuarto. El Sant Marçal se volvió a subir en los brazos de este coloso, que ya suma veintiún tantos en la Liga, por delante de Prats y Álvaro. La temporada de Adrián ha sido extraordinaria y como el equipo, de menos a más. A escasos segundos, el 1-0 marcó el destino del partido. A base de paredes, Prats (otro jugador que se merece un monumento por el compromiso que demuestra) se queda solo por la banda, metió un sencillo pase de la muerte y Valeije, el más rápido del Oeste, engancha el balón y lo clavó lejos del portero 2-0. Los locales alfombraban su camino y en el campo sólo se oía el mosqueo del público visitante, y el animar del aproximadamente dos docenas de seguidores azulones presentes en Son Caulelles.
Viendo la conjunción, la velocidad, la triangulación y la seriedad ningún padre-animador duda de que el equipo está en el buen camino. Nadie se acuerda ya de las jornadas de sufrimiento e incertidumbre.
Sa Cabana trató de recomponerse, pero quien mandaba como quería y cuando quería era el Sporting. Valeije y su lugarteniente Prats, contra el mundo. El partido, lejos de mejorar, comenzó a decaer hasta la desesperación. el visitante seguía igual de mal.
Sa Cabana no pudo con un Sant Marçal que marcó el tiempo desde el arranque; que esgrimió sin mácula sus armas más poderosas y que exaltó las gradas con las estocadas milagrosas de sus Pratses y Valeijes .
Nos encontramos con un equipo sólido atrás y con tres gacelas muy rápidas delante que creaban peligro constantemente y así sólo nos podía caer el gol... y cayó (3-0, 4-0, 5-0 y al descanso) reanudamos el partido y zas... 6-0, y hasta el 8-2 definitivo.